El primer taranto

Carmen Amaya, una de las figuras más importantes del flamenco, fue la primera en bailar el taranto en un escenario, concretamente el 12 de enero de 1942 en el Carnegie Hall de Nueva York.

Ese día la genial bailaora catalana presentó un gran espectáculo de 15 números, producido por Hurok Atractions Inc. Uno de esos números, el noveno del programa, es el taranto, que baila acompañada a la guitarra por el gran Agustín Castellón, Sabicas. Le acompañan su padre, El Chino, sus hermanos Paco, María, Antonia y Leonor, el bailaor Antonio Triana, Pelao el Viejo, Lola Montes, Diego Castellón y el profesor García Matos, como pianista y director de orquesta.

El taranto es un cante minero que se caracteriza por su ritmo marcado y sujeto a un compás. Amaya adaptó este cante a una forma de baile, creando un nuevo estilo flamenco que combina la expresión dramática de la taranta con el ritmo de la zambra.

El taranto de Amaya fue un éxito rotundo y se convirtió en uno de los bailes más populares del flamenco. Su fórmula inicial, basada en la rondeña por zambra, fue enriquecida posteriormente por otros artistas, que le añadieron sus propias aportaciones.

El taranto, hoy en día, es un baile más melancólico y sentimental que dramático. Es el único estilo minero bailable y uno de los bailes más apreciados del flamenco.